Mantenimiento

Muchas veces las partes intercambiables de un instrumento son las que juegan un papel decisivo en el timbre generado en éste. La disposición o estado de conservación de estas partes condiciona el manejo del instrumento. Las partes que periódicamente necesitan ser revisadas son el puente, el alma, el cordal, el batidor y las clavijas.

Los distintos modelos de puentes permiten filtrar los armonicos indeseados, así como potenciar otros, lo que hace que se pueda mejorar notablemente la calidad del sonido del instrumento. El alma ajustada con el puente ecualiza el sonido, cambiando sensiblemente valores como la tensión, el volumen, el equilibrio de cuerdas, el brillo, la velocidad, la articulación, etc.. El batidor conviene ser repasado cada cierto tiempo ya que este se deforma al tocarse y se producen trasteos que impiden la correcta vibración de la cuerda.